Por qué no usar traductores automáticos: los errores de traducción que causaron grandes problemas

Por qué no usar traductores automáticos: los errores de traducción que causaron grandes problemas

La traducción no es trabajo fácil, aunque así lo parezca, pero esto lo saben sólo los traductores. A menudo, la gente piensa que hablar fluidamente un idioma extranjero ya es suficiente para ser un buen traductor. La calidad de la traducción depende de varios factores. Primero, cada traductor de español a inglés o cualquier otro idioma, debe ser capaz de comprender todo lo que lee y crear los contenidos traducidos correctamente. Segundo, la traducción requiere por un lado un conocimiento profundo de la lengua de origen, y por otro lado el uso eficiente y hábil de la lengua materna que no es tan obvio como pueda parecer. Tercero, hay que conocer la teoría de la traducción, que parece ser muy aburrida pero es indispensable para poder manejar el idioma sin problemas. Por último, el factor que puede provocar la mayor parte de los problemas de la traducción de los contenidos publicitarios es el conocimiento de la cultura y las costumbres del país del idioma de destino. Por desgracia, incluso el cumplimiento de estas condiciones no garantiza que no se cometan los errores en la traducción. Los fallos suceden muy a menudo y las causas pueden ser diferentes.

Las causas de los errores de la traducción

El perfeccionismo no siempre garantiza la mejor calidad de la traducción. A menudo los fallos aparecen como el resultado de la traducción palabra por palabra del texto al idioma del destino. De este modo las construcciones gramaticales suenan raro, incluso a veces se cambia el sentido de la frase.

Muchos errores aparecen por causa de la ignorancia de la cultura y la realidad del país de la lengua de destino. Un buen traductor al español tiene que saber que los catalanes en España se llama “los polacos” o que diciendo “los blancos” la gente se refiere a los jugadores de Real Madrid. Como un ejemplo más pueden servir las diferencias entre el castellano de España y castellano de Latinoamérica. Hay que prestar mucha atención al país del origen del autor de texto. Algunas palabras pueden tener el significado diferente en España y en cualquier país en América del Sur, por ejemplo “la góndola” en Perú no es un tipo del barco sino el bus, “frutilla” no es una fruta pequeña sino la fresa.

Los errores a menudo tienen la forma de “falso amigo” (es una palabra de otros idiomas que se parece a una palabra en la lengua materna del hablante, pero que tiene un significado diferente) sugiriendo algunas similitudes entre la expresión en español y otra lengua. Hay muchos ejemplos de las palabras de este tipo, por ejemplo “die Akzidenz” traducido del alemán no significa “el accidente” aunque esto parece, sino “el trabajo ocasional”, en eslovaco la palabra “pero” significa “pluma” y para decir “pero” hay que usar la palabra “ale”.

Los fallos en la publicidad

Un error clásico de la traducción incorrecta que tiene forma de un “falso amigo” cometió en su eslogan publicitario Parker Pen. El original era “It won’t leak in your pocket and embarrass you” y su traducción al español según la empresa: “No se saldrá de tu bolsillo y te hacen embarazadas”. No nos puede sorprender que la gente en México no compraba los productos de Parker. En 1 Global Translators las cosas así no pasan, ofrecemos las traducciones publicitarias de alta calidad.
Otro ejemplo del error que no se puede llamar un fallo en 100% es el anuncio de Electrolux, fabricante de aspiradoras de Escandinavia. Hace unos años usaron el siguiente frase en su compañía publicitaria en EEUU “Nothing sucks like an Electrolux”. La palabra “suck” puede ser traducida de dos maneras. En lenguaje normal significa “chupar” que es apropiado en cuanto a las aspiradoras, pero en lenguaje coloquial eslogan publicitario del fabricante escandinavo la gente entiende como “Nada peor que un Electrolux”.

Los problemas de la traducción no siempre tienen forma de lo que normalmente llamamos fallos. A veces es muy difícil transmitir el significado exacto de las frases, así aparecen las largas y raras conexiones de palabras. En Japón un anuncio de Salem (la empresa estadounidense de los cigarillos) en lugar de decir: “mente despejada” decía “Cuando fumas Salem, te refresca tanto que tu mente parece estar libre y vacía”. La traducción del inglés al japonés de este concepto para ellos era demasiado difícil.

En África existe el costumbre de poner la imagen de lo que contiene el producto en el envase, porque no toda la gente sabe leer. De esto no se dio cuenta el fabricante de la comida para bebés, Gerber. Pusieron el logo de su empresa – el dibujo de la cara de un bebé, en empaque. Naturalmente la gente no quería comprar ese producto y la empresa tenía que cambiar su concepto.

Historia y política. ¿Cómo se cambió el mundo por la culpa de incompetencia de los traductores?

Durante la guerra fría cada palabra podía provocar el conflicto nuclear. En uno de los discursos, durante la visita del primer ministro soviético Nikita Khrushchev en Estados Unidos, apareció la frase coloquial “vamos a enterrarlos” que en ruso significa “nosotros vamos a vivir más que ustedes”. Por culpa del traductor estadounidense el gobierno de EE.UU. entendió esta frase como la amenaza de empezar la guerra nuclear contra su país. Hay que poner mucha atención a cada palabra, sobre todo para evitar grandes problemas que puedan provocar las traducciones incorrectas.