5 Consejos para Conseguir una Buena Traducción

Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan las empresas en su salida a otros mercados es el tema de los idiomas. Aunque el español es el segundo idioma más hablado en el mundo, no demasiada gente lo entiende en Francia, Alemania, Italia, Portugal, Reino Unido o Estados Unidos, los 6 primeros mercados destino de nuestras ventas al exterior. Esto obliga a las empresas a traducir la información comercial que transmitirán a sus potenciales clientes. Pero, lamentablemente, en España nos encontramos con material de empresas traducido plagado de errores, e incluso con textos parcialmente traducidos. Estos errores pueden causar una muy  mala impresión en nuestros contactos comerciales, dando una imagen de poco rigor y falta de cuidado que puede arruinar nuestras futuras relaciones de negocios.

¿Qué deben tener en cuenta las empresas a la hora de hacer una buena traducción? Para mí, se deben tener en cuenta estas 5 cosas:

1.- Encargar la traducción a un profesional. Eso de que los textos nos lo traduzca la hija de la vecina del quinto, que ha estudiado tercero en la Escuela Oficial de Idiomas, y ha pasado un verano en el país que sea, no vale. Las traducciones en el mundo de los negocios deben ser hechas por profesionales. Y profesionales especializados en nuestro sector, siempre que sea posible. Eso sí, ¡ojo cuando buscamos profesionales!. En la mayoría de profesiones existe mucho intrusismo, pero en pocas es tan llamativo como en la de traductores. Esa hija de la vecina del quinto que mencionábamos antes puede ser que sea hábil, se monte su página en internet, o solicite trabajar como colaboradora de agencias poco escrupulosas de traducción (afortunadamente el número de agencias poco escrupulosas no es muy alto), y nos encontremos con unos textos en otro idioma que no hay por dónde cogerlos. A la hora de buscar un buen traductor profesional, las redes sociales son muy útiles, en especial Linked In y Twitter.

2.- Que el profesional que realiza la traducción lo haga a su lengua materna. Lo recomendable es encontrar un traductor que nos pase los textos desde el español a su lengua materna. Al menos es lo que se comenta en las comunidades de traductores y lo que se impone en el mercado. De esta forma nos aseguramos una traducción mucho más correcta al idioma elegido. Así que si un español te propone traducir los textos a varios idiomas él solito, ¡huye!, porque seguro que su trabajo no tiene la calidad que necesitas y debes exigir en tus traducciones.

3.- ¡No traduzcas parte de tu información comercial, sino toda! No vale traducir sólo la web, o sólo los catálogos o fichas de productos. Todo este tipo de textos deben ser traducidos a los idiomas elegidos. No es la primera vez que me encuentro con una página web en la que el site está traducido, pero al descargar alguna ficha del producto en formato .pdf compruebo que esta ficha sólo está disponible en español. También es muy frecuente encontrar apartados de “Últimas Noticas” o “Novedades” en las web con los títulos y etiquetas traducidos, pero no el contenido en sí, lo que puede causar molestia y mala imagen al usuario de nuestra página al no poder comprender lo que allí se está diciendo. Hay que evitar estas tanto como sea posible.

4.- Identifica correctamente los idiomas, sobre todo en tu web. Existe ahora la tendencia de identificar los idiomas con las banderas de ciertos países. El inglés lo vemos bajo la bandera del Reino Unido. Para el francés basta con pinchar sobre la bandera de Francia et ¡voilà!, aparece la página en este idioma. ¿Pero es esto lo óptimo? En mi opinión no. Y no lo es por dos razones fundamentales: la gente no tiene por qué conocer la bandera del país al que corresponde ese idioma, o pueden verse molestos al identificar su lengua materna con la de otro país. Explico estas razones. Si queremos irnos a Brasil, deberemos traducir nuestra página al portugués, y ponemos en consecuencia la bandera de Portugal en nuestra web, ¿estamos seguros de que todos nuestros clientes brasileños conocen la bandera portuguesa? Creo que quizás esto sea suponer mucho. ¿Y si queremos implantarnos en Argelia?  Uno de los idiomas oficiales de este país es el francés. ¿Pero le parecerá bien al argelino que su idioma se identifique con la nación bajo el dominio de la cual se pasó un par de siglos? Teniendo en cuenta estos dos motivos, en mi opinión es mucho más correcto identificar los idiomas con letras: ES para español, FR para francés, EN para inglés o DE para alemán.

5.- Localización vs traducción. Al igual que el español de México no es igual que el de Colombia o el de Chile o el de España, con otros idiomas pasa lo mismo. Por tanto, las empresas deberían dar un paso más lejos a la hora de encargar sus traducciones, y hacerlo de forma localizada. Es decir, que si entre sus mercados objetivo están el Reino Unido, Estados Unidos y Australia, deberán localizar sus textos adaptándolos a cada región geográfica: EN (UK), EN (US), EN (AU). Esto lo aplican muy bien sobre todo las empresas de software y videojuegos.

En muchos países los españoles somos considerados poco cuidadosos, poco profesionales y, en general, nuestra imagen como empresas serias deja un poco (o un mucho) que desear. Hay que empezar poco a poco a cambiar esos estereotipos y demostrar que aquí tenemos muy buenas empresas que trabajan tan bien o mejor como las alemanas o americanas. Así que empecemos a demostrar que esto es así con algo tan sencillo como prestar atención a las traducciones, y dejarnos aconsejar y asesorar por la cantidad de buenos profesionales que hay en este campo. Nuestros negocios presentes y futuros (sobre todo los futuros) lo agradecerán.